Presentación

Una de las principales causas de daño cerebral neonatal es la prematuridad. Pese a los avances en los cuidados sanitarios, la cifra de niños prematuros que mueren o desarrollan una secuela permanente (la parálisis cerebral) por problemas cerebrales no se reduce, sino que incluso aumenta cada año. Otra gran causa, los daños isquémicos por asficia en el parto o infartos cerebrales, tampoco reduce su impacto porque actualmente es imposible técnicamente su prevención, y el único tratamiento eficaz, la hipotermia, sólo vale en casos de asfixia moderada, iniciada en las primeras horas de vida y sólo en países desarrollados. A esto se añaden los traumatismos y las infecciones, cuya incidencia tampoco se ha reducido sustancialmente ni siquiera en el Primer Mundo.

Así, millones de niños recién nacidos mueren o quedan con secuelas permanentes invalidantes, que además de cercenar su vida y la de sus familiares, representan un coste sociosanitario enorme.

"Newborn Grip" by Jason Pratt is licensed under CC BY 2.0
“Newborn Grip” by Jason Pratt is licensed under CC BY 2.0

 Los médicos (neonatólogos, pediatras, neurólogos), enfermería, psicólogos, rehabilitadores. Mucha gente lucha por tratar las secuelas de estos niños y conseguirles una vida mejor. Pero hace falta ayuda en forma de un tratamiento que reduzca, o idealmente evite, la aparición de esas secuelas, para que los resultados sean mejores y alcancen a todos. Sin embargo, no hay ahora mismo ningún tratamiento plenamente eficaz para este objetivo. Lo único que se aplica, la hipotermia terapéutica, sólo vale para algo más de la mitad de los recién nacidos a término con asfixia, lo que representa un escaso porcentaje de estos niños.  Tenemos que buscar tratamientos que actúen sobre los tres factores del daño cerebral (inflamación, excitotoxicidad y estrés oxidativo), que puedan administrarse sin efectos secundarios graves a los recién nacidos, y que puedan estar disponibles en cualquier centro sanitario del mundo.

 En GECEN queremos conseguir un tratamiento eficaz y accesible (disponible para todos con independencia de dónde hayan nacido) que reduzca las secuelas del daño cerebral de los recién nacidos y permita que puedan desarrollar una vida plena. Queremos que beneficie a TODOS los recién nacidos, a término o prematuros, con asfixia en el parto, con infartos cerebrales, con infecciones, con hemorragias, o simplemente prematuros. Queremos que les beneficie a ellos y a sus familias, que frecuentemente hipotecan (a menudo literalmente) su vida para manejar esas secuelas.  Somos uno de los pocos grupos con trabajos experimentales en este campo en España, y casi el único que ha ofrecido resultados que permitan plantear su aplicación a los niños.

El GECEN lleva trabajando muchos años con un cannabinoide no psicoestimulante, el cannabidiol, fácilmente disponible en la planta Cannabis sativa, por lo que sería universalmente accesible. Hemos demostrado su eficacia y seguridad en varios modelos de asfixia grave del recién nacido, demostrando además que se combina muy bien con la hipotermia, multiplicando recíprocamente sus eficacias. Como consecuencia de los trabajos preclínicos de GECEN, se va a desarrollar próximamente un Ensayo Clínico internacional, probando el cannabidiol en recién nacidos con asfixia.

Además, estamos ahora estudiando su eficacia en el infarto cerebral y en el daño por prematuridad y/o hemorragia cerebral, viendo así si también valdría para las otras grandes causas de daño cerebral neonatal. Y queremos ver si se pueden obtener derivados químicos de esa molécula que potencien sus mecanismos de acción beneficiosos sin aumentar los efectos secundarios. Una tarea larga y compleja, pero con la esperanza de los buenos resultados obtenidos hasta ahora.

 No trabajamos aislados. Colaboramos con grupos de España (de las Universidades de Madrid, Córdoba, Bilbao y Barcelona) y de fuera (Universidad de Wisconsin, Universidad de California, Universidad de Oslo)